miércoles, 16 de octubre de 2013

Muerte de Agatha Christie


 
 
Desde 1971 a 1974, la salud de la escritora comenzó a deteriorarse considerablemente, aunque continuó trabajando. En enero de 1976 sufrió un severo estado gripal y, ante el debilitamiento de su estado físico, otorgó los derechos de autor de una de sus historias, La ratonera, a su nieto. Falleció por causas naturales el 12 de enero de 1976 a los 85 años en su residencia Winterbrook House de Wallingford, Oxfordshire, aunque algunos investigadores canadienses manifestaron luego de estudios su opinión de que Christie pudo haber padecido mal de Alzheimer o demencia senil en sus últimos años. Poco antes había dado instrucciones a su hija Rosalind y a su marido Max para que escribieran en su lápida unos versos del poeta inglés del siglo XVI Edmund Spenser: “Tras el trajín, el sueño/ tras los mares tormentosos, el puerto/ tras la guerra, la paz/ tras la vida, la muerte: ése es mi deseo” (en inglés: “After the bustle, sleep / after stormy seas, port / post-war, peace / after life, death: that is my desire”). Se agregó luego un versículo de los salmos: “En tu presencia se halla la plenitud del gozo” (en inglés: “In your presence is fullness of joy”). Sus restos fueron inhumados el 16 de enero en el cementerio de Santa María, en Cholsey.
 
 

Le sobrevivió su única hija, Rosalind Margaret Hicks, quien casualmente murió a la misma edad y por las mismas causas que su madre el 28 de octubre de 2004. Su nieto, Mathew Prichard, heredó los derechos de algunas obras de su abuela.

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