Desde 1971 a
1974, la salud de la escritora comenzó a deteriorarse considerablemente, aunque
continuó trabajando. En enero de 1976 sufrió un severo estado gripal y, ante el debilitamiento de su estado
físico, otorgó los derechos de autor de una de sus historias, La ratonera, a su nieto. Falleció por causas naturales el 12 de enero de 1976 a los 85 años en su residencia Winterbrook House de Wallingford, Oxfordshire, aunque algunos investigadores canadienses manifestaron luego
de estudios su opinión de que Christie pudo haber padecido mal de Alzheimer o demencia senil en sus últimos años. Poco
antes había dado instrucciones a su hija Rosalind y a su marido Max para que
escribieran en su lápida unos versos del poeta inglés del siglo XVI Edmund Spenser: “Tras el trajín, el sueño/
tras los mares tormentosos, el puerto/ tras la guerra, la paz/ tras la vida, la
muerte: ése es mi deseo” (en inglés: “After the bustle, sleep / after stormy seas, port / post-war, peace /
after life, death: that is my desire”). Se agregó luego un versículo de los
salmos: “En tu presencia se halla la plenitud del gozo” (en inglés: “In your
presence is fullness of joy”). Sus
restos fueron inhumados el 16 de enero en el cementerio de Santa María, en Cholsey.
Le sobrevivió su
única hija, Rosalind Margaret Hicks, quien casualmente murió a la misma edad y
por las mismas causas que su madre el 28 de octubre de 2004. Su nieto, Mathew Prichard, heredó los
derechos de algunas obras de su abuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario